13 jun 2014
18 feb 2014
Posmodernidad: de la crítica a la impostura. Número 3/4 de Cul de Sac
Al parecer vivimos inmersos en la posmodernidad. Tras las críticas surgidas en los años setenta y ochenta del siglo pasado, la posmodernidad ha cumplido su verdad en nuestro tiempo. Pero, ¿qué verdades venía a anunciar la posmodernidad? Que, precisamente, no hay verdades. Los grandes relatos históricos entraron en quiebra, y conceptos como «verdad», «razón» o «totalidad», quedaron en suspenso. ¿Se puede decir, entonces, que ya hoy todos formamos parte de ese gran simulacro?
En este número doble de Cul de Sac se aportan artículos para el debate sobre el origen de la posmodernidad, sus pretensiones críticas con el modernismo de mitad del siglo XX, y sus recientes avatares que se deslizan, como algunos han sugerido, hacia una franca impostura.
Mientras el desarrollo de la sociedad tecnológica ha preparado las condiciones para una mayor dependencia, y anuncia ya en el horizonte los rasgos de un nuevo autoritarismo (lo que hemos llamado alguna vez el inquietante regreso de lo sólido), el debate sobre la posmodernidad parece haber pasado de moda, quizá precisamente porque muchos de sus preceptos se han generalizado y asumido. Sin pretender encontrar respuestas definitivas, intentamos trazar en este número las relaciones entre nuestra cultura material y las propuestas de la posmodernidad.
Sumario
-Editorial
- El torbellino de la modernidad, Salvador Cobo.
-¿Es posible enseñar literatura moderna?, Alfonso Berardinelli.
- Las aporías de la vanguardia, H.M. Enzensberger.
- La tentación del vacío. Ciudad y arquitectura posmoderna, Juanma Agulles.
- Los movimientos de los años sesenta, Cornelius Castoriadis.
- ¿Nietzsche posmoderno?, Florian Cova.
- La ofensiva de los Estudios de Género. Reflexiones sobre la cuestión queer. Séverine Denieul.
- Pier Paolo Pasolini, una fuerza del pasado, Salvador Cobo.
- Chemtrails, miseria de la conspiración, Miguel Sánchez Lindo.
- El fin de la posmodernidad, Alfonso Berardinelli.
- Reseñas.
Cul de Sac 3/4
Posmodernidad: De la crítica a la impostura.
ISSN: 2255-0909 – enero de 2014 – 21 x 27,3 cm – 196 págs-9€
24 sept 2013
SOLIDARIDAD CON LOS CUATRO PROCESADOS POR LOS TARTAZOS CONTRA EL TAV A YOLANDA BARCINA
Desde Cul de Sac - Ediciones El Salmón, manifestamos nuestra absoluta solidaridad con las tres personas que arrojaron tartas a la cara de Yolanda Barcina, presidenta de Navarra, en protesta contra el Tren de Alta Velocidad, y para quienes piden (junto a una cuarta persona más) penas de entre 5 y 9 años de cárcel.
Adjuntamos a continuación el manifiesto y os animamos a difundirlo entre vuestras amistades.
La desobediencia no es delito. ¡No al TAV!
Adjuntamos a continuación el manifiesto y os animamos a difundirlo entre vuestras amistades.
La desobediencia no es delito. ¡No al TAV!
MANIFIESTO
DE SOLIDARIDAD CON LOS CUATRO PROCESADOS POR LOS TARTAZOS CONTRA EL
TAV A YOLANDA BARCINA
La
Audiencia Nacional fija el juicio para el 18 de noviembre
con
demandas de 5 a 9 años de prisión
El 27 de
octubre de 2011, tres personas “entartaron” a la presidenta de
Navarra, Yolanda Barcina, en el transcurso de una sesión plenaria de
la Comunidad de Trabajo de los Pirineos, en la ciudad de Toulouse.
Durante unos instantes, la cara de Barcina estuvo cubierta de dulce
merengue. La acción de protesta realizada por el movimiento de
desobediencia al TAV Mugitu! tenía como objetivo denunciar a Yolanda
Barcina como principal responsable presente en aquella reunión de la
imposición del Tren de Alta Velocidad en Euskal Herria (País
Vasco), que desde sus orígenes ha suscitado una amplia oposición.
En Toulouse, la acción no fue causa de ninguna detención ni
identificación, limitándose los guardas de seguridad a expulsar a
los “tartalaris” de la sala. Sin embargo, de regreso a Navarra,
los autores de los tartazos fueron detenidos por la policía foral e
imputados por un supuesto delito de “atentado a la autoridad” en
la Audiencia Nacional española,
tribunal de excepción que se ha arrogado el derecho de juzgarlos.
Además, una cuarta persona también fue posteriormente imputada bajo
la misma acusación por su participación en la acción de protesta
de Toulouse y en la rueda de prensa realizada al día siguiente en
Iruñea para explicar los motivos de la acción. Actualmente, la
Audiencia Nacional ha fijado para el próximo 18 de noviembre la
celebración del juicio, con demandas de penas de 5 a 9 años de
prisión.
El Tren de Alta Velocidad es un proyecto ecológicamente devastador y
económicamente ruinoso. Gran despilfarrador de energía, destructor
del entorno, ruidoso, el TAV acrecienta la centralización del
territorio en las grandes urbes en detrimento de los pueblos pequeños
y ciudades medianas, fomenta la hipermovilidad y es elitista: la
mayor parte de los ciudadanos lo utilizan muy poco o nunca, y sólo
una minoría se sirve de él con cierta frecuencia. Encima, las
grandes obras como el TAV suponen un enorme derroche de recursos
públicos y son uno de los motivos de los fuertes recortes sociales
que padecemos.
Por si fuera poco, la clase dirigente ha ocultado a sabiendas durante
los últimos veinticinco años el coste social, económico y
ecológico del proyecto; se ha dedicado a mentir sobre sus supuestas
bondades y ha insultado cuando no ha criminalizado a la oposición al
TAV allí donde ésta se ha manifestado, mientras que en muchos casos
se ha enriquecido fraudulentamente como lo demuestran los papeles de
Bárcenas. Yolanda Barcina representa a la perfección esta actitud
de prepotencia y engaño permanente.
Así pues, consideramos que acciones populares como el “entartado”
de dirigentes que, como Yolanda Barcina, son responsables de haber
impuesto el TAV ocultando sus efectos nocivos, así como de haber
mentido sobre su verdadero impacto económico y social, son
perfectamente legítimas y comprensibles como forma de protesta justa
contra el TAV. En cambio, denunciamos que la gravedad y la absoluta
desproporción de las penas de 5 a 9 años de prisión solicitadas
contra estas cuatro personas no tienen parangón en ningún país
occidental, puesto que acciones similares de lanzamiento de tartas a
las autoridades son consideradas infracciones menores y apenas suelen
tener consecuencias legales. Todo ello contrasta vergonzosamente con
la “magnanimidad” que muestra la Justicia con los políticos
embusteros y corruptos, absueltos en la mayoría de los casos.
Por todo ello, exigimos la paralización de las obras del TAV y el
archivo del proceso incoado en la Audiencia Nacional contra estas
cuatro personas por las tartas que endulzaron el rostro de Barcina.
Además, este es un asunto que debiera haberse juzgado en todo caso
en Toulouse, lugar de los hechos. Podemos sin duda afirmar que este
proceso reúne todos los elementos propios de la “injusticia
penal”, como son la utilización de tribunales de excepción como
la Audiencia Nacional para reprimir la disidencia social y la
aplicación de códigos penales cada vez más represivos para
criminalizar la desobediencia civil. Y queremos que el final de este
proceso sirva de toma de conciencia respecto a lo innecesario y
dañino del TAV, y de otras infraestructuras igualmente megalómanas
y destructoras.
No al
Tren de Alta Velocidad
Fin del
proceso contra los cuatro tartalaris
La
desobediencia no es delito
Difusión
del manifiesto:
Os
pedimos difundir este manifiesto de solidaridad en vuestro entorno y
comunicar vuestro apoyo a la dirección mugituaht@gmail.com,
indicando el nombre de la asociación o del individuo.
Convocatorias
y movilizaciones:
12
de noviembre:
Jornada
descentralizada de acciones y concentraciones de solidaridad
16
de noviembre:
Manifestación
contra el TAV y de apoyo a los “tartalaris” en Iruñea
(Pamplona).
18
de noviembre:
Juicio
y concentración en la Audiencia Nacional (sala de San Fernando
de Henares, Madrid).
Apoyo
económico:
3035.0068.08.0680058591
(Laboral Kutxa)
Campaña
de solidaridad:
Llamamos a la población a participar en la campaña de
apoyo de la manera que crea más conveniente: tomando parte en las
dinámicas propuestas; escribiendo a los medios de comunicación;
organizando charlas con los “tartalaris”; promoviendo iniciativas
de apoyo económico (conciertos, sorteos...); adhiriéndose
individual y colectivamente al manifiesto de solidaridad; apoyando
económicamente; etc...
Contacto:
Tlfno:
(0034)654480589
Más
información:
24 jul 2013
Novedad editorial: ¿Sólo un dios puede aún salvarnos? Heidegger y la técnica
¿Sólo un dios puede aún salvarnos? Heidegger y la técnica,
Javier Rodríguez Hidalgo.
Ediciones
El Salmón – Alicante / Madrid, Julio de 2013
– 124 páginas –
9 euros – 18,5 x 12 cm
ISBN:978-84-941092-2-5
"Sólo un dios puede aún salvarnos", afirmó Heidegger en una entrevista
de 1966 publicada después de su muerte. Considerado por muchos como el
mayor filósofo de la técnica del siglo XX, aludía con esa frase al único
camino que cabrçia encontrar para salir del desastre al que según él
había llegado la sociedad occidental fundada sobre la técnica. Sin
embargo, ¿fue realmente Heidegger un crítico de la técnica? Situando las
ideas de Heidegger en el contexto de la "controversia sobre la técnica
en Alemania, contrastándolas con las obras de otros pensadores de la
técnica como Jacques Ellul o Lewis Mumford, y deteniéndose en la
recepción posterior de las mismas, Javier Rodríguez Hidalgo pone en
entredicho la figura del filósofo alemán y su supuesto papel de lúcido
debelador de la sociedad técnica.
Javier Rodríguez Hidalgo nació en Portugalete, Vizcaya, en 1978. Colaboró con el boletín Los amigos de Ludd, apartecido entre los años 2001 y 2006. Más tarde fue el editor de la revista Resquicios. Ha participado en la lucha contra el TAV (Tren de Alta Velocidad) en el País Vasco. Asimismo, ha traducido al castellano a Lewis Mumford, Alexandre M. Jacob, Jaime Semprun, René Riesel, Jean-Marc Mandosio, Pablo Sastre y Joseba Sarrionandia, entre otros.
Javier Rodríguez Hidalgo nació en Portugalete, Vizcaya, en 1978. Colaboró con el boletín Los amigos de Ludd, apartecido entre los años 2001 y 2006. Más tarde fue el editor de la revista Resquicios. Ha participado en la lucha contra el TAV (Tren de Alta Velocidad) en el País Vasco. Asimismo, ha traducido al castellano a Lewis Mumford, Alexandre M. Jacob, Jaime Semprun, René Riesel, Jean-Marc Mandosio, Pablo Sastre y Joseba Sarrionandia, entre otros.
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